Es una prenda femenina empleada para cubrir el torso. En su manufactura se empleaba uno o dos lienzos de algodón, a los que se les entretejían hilos de diferentes colores para dar formas exquisitas al campo, o las cenefas. Los huipiles eran de dos clases, los que caían a la altura de las rodillas y los que llegaban hasta los tobillos. En la tercera sección del mendocino se les asocia con las mujeres nobles que representan las diferentes etapas de la vida, desde la niñez hasta la ancianidad.