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Ficha del compuesto glífico
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Hacia la izquierda |
Tipo de compuesto glífico |
Escena ritual |
Descripción |
El C�dice Mendocino es un documento que registra diversas tem�ticas sobre la vida cultural de los mexica, como son: poder, econom�a, pol�tica militar, educaci�n, normas y castigos. El �nico t�pico que no aborda abiertamente es la religi�n, porque al tratarse de un documento elaborado por encargo de las autoridades virreinales, para ser enviado al monarca hispano, no ten�a cabida una parte religiosa, que contradijera la labor evang�lica de las �rdenes religiosas, sin embargo, el tlacuilo de la tercera secci�n se atrevi� a representar dos rituales de suma importancia en el ciclo de vida de los tenochcas, el ritual del Ba�o y el del matrimonio.
Estas ceremonias se presentaron desligadas de su carga religiosa la cual era un elemento cultural presente en todos los aspectos de la vida cotidiana de los mexicas. As�, el tlacuilo plasm� el complejo ritual del Ba�o, en la foja 57r. Esta pictograf�a se suma a los registros existente sobre el ritual recopilados por los frailes del siglo XVI y XVII como Fray Toribio de Benavente (Motolinia), Fray Diego Dur�n, Fray Jos� de Acosta, Francisco Hern�ndez y Fray Jacinto de la Serna. Sin embargo, la descripci�n m�s extensa es la de Fray Bernardino de Sahag�n, registrada en el libro VI, cap�tulos XXXVI, XXXVII, XXVII tanto en el C�dice Florentino como en Historia General de la Nueva Espa�a, esta versi�n guarda una estrecha semejanza con la plasmada en el Mendocino. As�, lo que el franciscano escribi� en caracteres latinos, el tlacuilo lo plasm� en una escena pictogr�fica, pudiendo representar gr�ficamente cada uno de los pasos que conlleva el ritual.
Primeramente estableci� el per�odo dentro del cual se deb�a realizar el rito. En los primeros cuatro d�as de nacido el ni�o a los que gr�ficamente se hace referencia con la imagen de la madre frente a la cuna y sobre �sta cuatro glifos del d�a (ilhuitl). De esta forma, gracias a la descripci�n de Sahag�n sabemos que dentro de ese lapso de tiempo, lo padres deb�an de presentar al ni�o ante el tonalpouque, quien ten�a la tarea de determinar el nombre y el oficio del ni�o, a trav�s de la consulta de c�dices calend�ricos-adivinatorios.
Para los hispanos, los cuatro d�as no les indicar�a nada, en cambio un ind�gena sabr�a que dentro de ese tiempo se deb�a cumplir la norma ritual de presentar al ni�o al tonalpouque, porque era un requisito previo, para llevar a cabo el Ba�o.
El escribano ind�gena demostr� su conocimiento del sistema de registro prehisp�nico y del ritual, al resumir gr�ficamente, en una sola escena, cada uno de los momentos que conlleva la ceremonia, representadas de la siguiente manera: Se se�al� el orden y la disposici�n de objetos empleados as� como los personajes que interven�an en el ritual, como son la temixiuitiani o partera, anciana que tenia la tarea de dirigir todo el ritual, el beb�, al cual no se le represento el sexo, tal vez para indicar que el ritual era dirigido tanto para ni�os como ni�as, as� como los ni�os, encargados de repetir el nombre del reci�n nacido.
Los momentos del ritual fueron: el ba�o o purificaci�n de los centro an�micos indicado a trav�s de la posici�n corporal presentada por la partera, al encontrarse su cuerpo flexionado hacia el frente y estirando un brazo, en se�al de querer tomar el agua del apaztle para purificar al ni�o. Otro de los momentos es el ofrecimiento al ni�o a los cuatros puntos del universo prehisp�nico, pero en este caso el tlacuilo se�ala que el ofrecimiento es hacia las cuatro esquinas del mundo nahua. Para registrarlo, emple� una serie de huellas de pies que corresponde a cuatro pasos, los cuales se encuentran alternados, porque entre cada uno de ellos hay un espacio que los separa. Esta disposici�n no es arbitraria, fueron dibujados estrat�gicamente para dar sentido a lo que el tlacuilo quer�a expresar, que durante el ritual hab�a un momento en que la partera ofrec�a el ni�o hacia las cuatro esquinas, para ello dispuso las huellas de tal manera que estas quedaran a la altura de de cada una de las esquina del estera de tule.
La asignaci�n del oficio, era el momento en que la partera pon�a sobre la mano del reci�n nacido un objeto miniatura, que simb�licamente se�alaba el oficio a que se dedicar�a el beb�, cuando creciera; pictogr�ficamente se expres� disponiendo al beb� de una manera en que su brazo se extendiera y de �ste surge un lazo gr�fico (serie de puntos) que se dirige a los objetos relacionados con actividades masculinas y femeninas. Los oficios masculinos representados son el militar se�alado por un escudo y cuatro flechas, aqu� el tlacuilo le di� un mayor �nfasis a esta profesi�n, al registrarlos con un jerarqu�a mayor que las otras actividades. Le siguen los oficios de escultor o trabajador de piedras preciosas indicado por una herramienta empleada en tal labor, la profesi�n de amanteca mostrado a trav�s de una pluma roja y un espina de maguey, la actividad de tlacuilo, se registr� por medio de un pincel y un papel con una representaci�n de escritura y el oficio de orfebre, fue mostrado por el glifo de oro. Estos ten�an estrecha relaci�n con aquellos considerados como artes.
En cuanto a los oficios femeninos se registraron s�lo dos, las labores dom�sticas se�aladas por medio de una escoba y la transformaci�n de fibras en hilo, para ello el escribano represento un huso y una caja de palma, pero este glifo por extensi�n nos indicar�a la manufactura de textiles. El �ltimo momento del ritual, lo ocupa la imposici�n del nombre, el cual se realizaba al terminar de asignar el oficio, entonces la partera dec�a el nombre que se hab�a seleccionado para el ni�o o hab�a sido determinado por el tonalpouque, al hacer esto, daba personalidad al ni�o y la cual se ligaba al oficio.
Luego de imponer el nombre y ligarlo al oficio, la partera confer�a lo que podr�amos llamar la asignaci�n gen�rica-identitaria, al vestir al ni�o con la ropa seg�n su sexo, pues la indumentaria lo distingu�a ante los dem�s tanto �tnicamente como socialmente. Terminado de vestir al beb�, la pictograf�a muestra a tres ni�os, sentados en cuclillas, tomando un bocado de comida de un apaztle. A partir de las descripciones recogidas por los frailes, los ni�os en el ritual participaban repitiendo el nombre del beb�, por tal motivo, se les represent� dos v�rgulas de color azul que salen de la boca de cada uno, aludiendo a que est�n repitiendo entre todos un palabra varias veces.
La ceremonia del Ba�o, es un complejo ritual que deb�a de seguir ciertas normas previas a su realizaci�n, como ligar al ni�o con un espacio dedicado a una actividad, la visita al tonalpouque quien determinar�a el nombre calend�rico y el oficio as� como otros aspectos de su personalidad. Tambi�n el ritual busca extraerle al ni�o toda la fuerza negativa, por medio de la purificaci�n de los centros an�micos. El Ba�o permit�a al ni�o adquirir su personalidad, a trav�s de la imposici�n del nombre y la asignaci�n de la indumentaria, el cual lo identificar�a tanto social como �tnicamente. Al mismo tiempo se ligaba a esta la personalidad reci�n adquirida de un determinado oficio, la cual estaba de acuerdo al sexo y al grupo social al que se pertenec�a con ello permitir�a al ni�o integrarse a la sociedad mexica.
Algunos rituales relacionados con el ciclo de vida, debido al impacto que estos tienen sobre el individuo, han permitido su permanencia entre las comunidades ind�genas aunque con algunos cambios productos de la din�mica hist�rica sufrida por los pueblos ind�genas, tal es el caso del ritual del Ba�o practicado por ind�genas nahuas de las comunidades de Piltepeco y Zacatipa, en la Huasteca Hidalguense, dicho rito guarda estrechas semejanzas con el ritual descrito por los informantes ind�genas a los cronistas del siglo XVI.
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Comentario |
Ritual del Ba�o en las comunidades de Piltepeco y Zacatipa.(Esta versi�n se conformo por lo relatado por las parteras Bertha Hern�ndez, Mar�a Manuela Hern�ndez y� Estanislao� L�pez,� Mtra. Magdalena Bautista y Yadira Estrada)El ritual del Ba�o en Piltepeco y Zacatipa� est� relacionado con las actividades que se realizan despu�s del parto; la partera terminando labor de parto, toma la ropa que empleo en el nacimiento del ni�o y los lleva a lavar al pozo (ojo de agua),� consigo carga aguardiente, tabaco o cigarros, huevos y velas, para ofrendar al �due�o del agua del pozo�, para que le de permiso lavar y no se enoje por el ensuciar el agua. Aqu� reza:�Ave Mar�a (se persigna).
Dios del agua, dios del pozo, tu mandaste a este ni�o(a) en esta tierra, no lo vayas a molestar, con dolor de cabeza, estomago, o cualquier tipo de enfermedad, no te molestes por como huele, olor feo de la sangre (placenta) y por ese malestar, si lo enviara a la tierra, tiene que crecer sano, les pido y les ruego con este tabaco, aguardiente, huevo y velas que les ofrezco, esto para que nunca lo reclamen, y lo cuiden no se moleste por la pestilencia de la ropa que he venido a lavar por la enfermedad (refiri�ndose a la placenta, pues se considera que esta es de una naturaleza da�ina). Durante los primeros quince d�as la partera tiene que ir todos los d�as a lavar la ropa de la madre y su hijo al pozo, otras parteras van cada tercer d�a, hasta cumplir los quince d�as; el pago que reciben varia, si el reci�n nacido es var�n la partera cobra m�s, porque este viene a trabajar en cambio si es ni�a el costo es menor.�Los familiares m�s cercanos a la parturienta son quienes cuidaran la y ayudaran en las labores domesticas, pues a ella no se le permite realizar alguna actividad durante los primeros quince d�as, ya que consideran que no se puede levantar a causa de que le duele la espalda, las manos, la cintura y adem�s si llegara a realizar alguna de estas labores, le podr�an ocasionar una hemorragia.Durante el tiempo que la madre se encuentre convaleciente los familiares m�s cercanos, vecinos, comadres y ahijados, le llevan de comer: enchiladas, huevo asado con xonacate en hoja de papatla, se dice que esta comida por contener chile y huevo da energ�a y fuerza a la reci�n parida ya que est� muy d�bil despu�s de haber tenido la dif�cil tarea del parto. Otro alimento importante que debe consumir la reci�n parida es atole de masa con la finalidad de que tenga leche materna. En tanto la parturienta anota quien le lleva de comer, porque estas ser�n las personas a las cuales invitara cuando realice el Ba�o, pero si se llega a invitar alguien que no llevo comida, esta deber� de hacerlo el d�a de la celebraci�n.La pronta realizaci�n del ritual esta en relaci�n con la capacidad econ�mica de la familia, cuando se encuentran en condiciones, los padres y los padrinos de bautizo se ponen de acuerdo en la fecha para realizar el Ba�o, algunas familias piensas que es mejor realizar el rito despu�s de bautizarlo, en cambio otras piensan que entre m�s r�pido lo realicen se evitara que la criatura se llegue a enfermar.Las parteras consideran que esta ceremonia es mejor llevarla a cabo cuando el ni�o esta peque�o, entre los ocho y quince d�as de nacido, aunque se puede realizar desde reci�n nacidos hasta ancianos (Imagen no. 10). La finalidad de celebrar a temprana edad es para evitar que el ni�o se enferme, porque de no realizar el Ba�o, puede que el ni�o enferme y no habr� medico ni medicina que pueda curarlo, porque la enfermedad es ocasionada por los dioses de la tierra y del agua quienes reclaman su alimento, su bebida y dinero para dejarlo vivir as� como usar el agua para tomar y lavar. Otras de las finalidades que tiene el Ba�o es para que al ni�o no le duela la cabeza o le arda (calentura) y para que crezca fuerte, porque �l es como una plantita de ma�z que necesita de agua de lluvia, por eso se ba�a,� as� mismo del aire, por tal motivo se lleva a cabo el rito en el patio de la casa. Tambi�n se considera que al nacer un ni�o, su cuerpo esta caliente, al igual que la mama, y si ella llega a tocar alguna planta, esta se quemara, por tal motivo se dice que no se debe agarrar ni a la madre ni al ni�o, para que no� transmita� ese calor, siendo esto imposible, aquellos que tocaron a la madre o al bebe deben de ir al rito para lavarse las manos y asi deshacerse de ese calor, en caso de no hacerlo, sentir�an un hormigueo en el cuerpo as� como dolores, que lo llevaran a que adelgace hasta que se �seque�. Acordado el d�a del Ba�o, los padres visitan a la partera para pedirle que realice el ritual, para ello le llevan refrescos, pan, velas y� aguardiente; la invitaci�n que se le hace lleva un car�cter formal y la partera debe recibir los presentes de igual manera, luego de decir que si acepta empieza a solicitar las cosas que necesitara para hacer el rito, como son plantas tiernas para preparar el agua con el cual ba�ara al ni�o, copal, velas, aguardiente, tabaco o cigarros.La preparaci�n del ritual inicia tres d�as antes, el primer d�a, los hombres de la familia van por agua al pozo para preparar el ma�z y los chiles, acarrean piedras y le�as que se emplearan en los fogones; el segundo d�a, llegan las abuelitas (nombre con el cual designan a las ancianas de la comunidad, sin tener ninguna relaci�n de parentesco) lavan el nixtamal, matan los pollos, as� como el puerco que el padre debi� comprar con anticipaci�n;� aquellas personas que fueron invitados al rito empiezan a llevar en estos d�as, pollo, chile, sal, caf�, huevo y ma�z.El d�a del ritual las actividades inician desde el amanecer, los hombres de la familia y los invitados, se dedican a desplumar pollos, cortar la carne as� mismo acarrean� el agua que se utilizara para la preparaci�n de tamales y el ba�o, tambi�n van a la parcela a cortar hojas de plantas tiernas para preparar el agua que utilizara la partera, estas son: carrizo, otates, tarro, pl�tano rosa, pitaya, nopal, p�talos de rosas de color rojo, amarillo y blanco, helechos de diversos tipos y hierba de tarde o conocida en lengua n�huatl como atenci, estas plantas deben estar iniciando su ciclo de crecimiento, es decir cuando est�n reto�ando.Las abuelitas (forma como se les nombra a las ancianas de la comunidad)son las encargadas de moler en el metate los chiles, el ajonjol�, hervir el frijol, los huevos, los cuales ser�n ocupados en la preparaci�n de los tamales, mientras las se�oras hacen las tortillas y los tamales, as� como estar atentas de darles de comer a los invitados.En el transcurso de la ma�ana llega la partera, lo primero que realiza es hacer un rezo en n�huatl, a manera de presentaci�n y saludos a los dioses y santos, aqu� menciona Dios padre y� hace una referencia a la virgen Mar�a, tambi�n menciona a varios santos entre los que se encuentran Santa Marta, Santo ni�o de Atocha,� tambi�n se menciona a las santas enfermeras,� hecho esto llama a la mam� con su hijo para presentarlos tambi�n ante los dioses y los empieza a �limpiar o barrer� con cuatro velas, mientras hace esto habla sobre los sufrimientos que paso la se�ora durante el parto, dice que son hijos de Dios y que est�n ah� con humildad pidiendo que ninguno de los fen�menos naturales puedan da�ar al ni�o. La familia en agradecimiento por este primer rezo le da un gallo y una gallina con los que ella debe limpiar al ni�o, a la mam� y a las personas que la acompa�aron en el momento del parto.�Esto se realiza porque cuando una mujer tiene un hijo estos se encuentran calientes, en consecuencia las personas que estuvieron en contacto con ellos recibieron parte de ese calor. Hay que mencionar que este calor es considerado de naturaleza da�ina, y se dice que todos los que toquen al bebe antes del Ba�o recibir�n� ese calor, por eso debe efectuarse el rito donde el objetivo es deshacerse de este mal. Por la tarde cuando ya est�n preparados los tamales, la partera vuelve a hacer un rezo, y una limpia como en la ma�ana, pero esta vez tambi�n ocupa tamales, los cuales pone en el altar. En el rezo pide de nuevo por el ni�o, y dice que deben quitar todo ese calor que hay en ellos, tanto el ni�o como la mam� y los familiares que estuvieron presentes el d�a del parto, ocupa las mismas velas de la ma�ana y las deja prendidas un rato. De ah� la partera sale hacia el pozo, donde llevo a lavar la ropa del ni�o y de la mama el d�a de parto, se hace acompa�ar de ni�os y alg�n adulto (generalmente la abuela del ni�o), En este pozo se deja la ofrenda, la partera lleva copalero, monedas que empleara para pagarle al pozo, aguardiente, tabaco, velas, as� mismo llevan siete tamales peque�os y uno grande.Al llegar al pozo lo primero que hace es sahumar con el copalero el agua y� hacia los cuatro puntos, hecho esto busca la piedra que se usa para lavar y ah� prende las velas, acomoda hojas para poner encima� los tamales que lleva, los cuales son� el tamal grande y siete tamales peque�os.Mientras hace esto va rezando, y dice: por donde viene aclarando el d�a viene Jesucristo, ya que el se encuentra donde viene aclarando el sol, dicho esto levanta el copalero hacia esa direcci�n, entonces empieza a nombrar a San Jos� y a la Virgen Mar�a, luego a Jes�s, continua diciendo que en esa mesa santa (refiri�ndose a la piedra) a puesto una ofrenda e invita a los dioses a que vayan a comer, se persigna, despu�s riega unos chorritos de aguardiente hacia los cuatro puntos, despu�s toma el tabaco y el copal con una mano y lo va regando de nuevo hacia los cuatro puntos. Hecho esto contin�a rezando diciendo a los dioses del agua que ah� les llevo de comer, de beber y dinero (el dinero es el pago por haber ensuciado el agua al lavar la ropa de la parturienta). La partera se refiere al ni�o como un reto�o y continua llamando a los dioses para que se re�nan ah�, vuelve a nombrar� a los fen�menos naturales como el remolino, el hurac�n, el aire, etc., pidiendo que no asusten al ni�o, que a cambio les ha llevado regalos. Aqu� tambi�n menciona todas las plantas que se ocuparan en el agua para el Ba�o. Luego vuelve a reiterar su invitaci�n a los dioses y santos para que vayan a comer y les dice que Dios ya se ha ido porque ya es tarde, pero que ellos que son sus representantes es decir los santos del agua y de la laguna tienen que comer porque ha venido de muy lejos y han viajado todo el d�a.Terminado esto se dirige a los ni�os que la acompa�an invit�ndolos a comer, y ella junto con la abuela reparten los tamales que llevaron, todos los tamales se deben acabar ah� mismo, ya que no pueden regresar a la casa sin nada ni la basura, porque se supone que los ni�os est�n comiendo en representaci�n de los dioses. Al regresar a la casa, ya debe estar todo listo en el patio para hacer el rito, y comienza la partera a sahumar el agua preparada la cual llaman nepaltzin, riega de nuevo aguardiente hacia los cuatro puntos, y comienza de nuevo a rezar, aqu� la partera menciona a San Jos�, la virgencita, les pide que ayuden a que el ni�o crezca y que no se� muera, as� mismo pide al aguador due�o del pozo,� que no se enferme, para que no se muera el ni�o, ni vaya dar a la c�rcel, y que viva bien. Hecho esto� la mam� del ni�o y le pide que tome un poco de esa agua, y que despu�s ofrezca a tomar de esa agua a su� comadre (o la que ser� su futura comadre), y entonces la futura madrina bebe el agua y luego se lava los brazos, los pies y la cara, ya que ella ser� la primera en cargar al ni�o despu�s del rito.Los segundos en lavarse son los abuelos y papas de los padrinos, y en general los familiares que estuvieron el d�a del parto. Despu�s toca el turno de ba�ar al ni�o, para esto acomodan junto al recipiente con agua un banquito de madera y debajo de �l colocan un le�o ardiendo, encima de este banquito se coloca en cuclillas un ni�o o ni�a grande que cargara al bebe, si es ni�o el que van a ba�ar, entonces lo carga una ni�a y viceversa, esto se hace porque el ni�o grande le de fuerza, animo, como una pareja. El ni�o(a) que carga ya debe de estar ba�ado, al bebe lo sientan en la espalda del otro ni�o (a) y le echan agua en la cabeza, luego en el pecho y as� terminan de ba�arlo, despu�s le jalan las orejas y se las soplan, esto para que oiga bien y tenga buen o�do, es una costumbre de sus abuelos y antiguos. Despu�s de ba�ado se lo entregan a la madrina para que lo lleve a vestir, luego ba�an completamente al ni�o que lo cargo y luego a la mam� del bebe. Con esto ya el calor ha salido y a reca�do en el le�o que est� debajo del banquito, este le�o se guarda y nadie debe tocarlo hasta que por si solo se pudra.�Posteriormente� la partera reparte los tamales que estaban colocados junto a donde se hiso el Ba�o, las personas que tocaron al ni�o deben pasar por un pedazo de tamal y� lavarse las manos y echarse agua para que ese calor que hab�a recogido se vaya. Despu�s nuevamente la partera entra en la casa a poner la ofrenda en el altar y a prender velas en una esquina de la casa donde naci� el beb� y donde se enterr� la placenta, ah� se riega agua utilizada en el ba�o y se pone un tamal especial, el cual contiene pico de pollo y las u�as, tambi�n hace un rezo en este lugar, con esto se acaba el rito. La partera en pago recibe comida, refrescos y si hay posibilidades ropa.Este rito tiene la finalidad primeramente de establecer un equilibrio de las calidades t�rmicas del ni�o, (En t�rminos de las concepciones de calor y frio, se considera a estas como calidades y no cantidades t�rmicas; L�pez Austin, Alfredo, Textos de medicina n�huatl, SEP-Setentas, SEP, M�xico 1971, p. 23 ), ya que su cuerpo se encuentra cargado de calor, el cual obtuvo dentro del vientre de la madre, este calor es considerado como maligno porque afecta el cuerpo, enferm�ndolo de tal manera que lo puede llevar hasta la muerte; por tal motivo durante el Ba�o se emplea agua preparada con plantas tiernas, las cuales son consideradas como frescas, con ellas se trata de templar al ni�o (Entre las comunidades de tradici�n n�huatl, se considera al que el hombre es de una naturaleza generalmente templada,� Lopez Austin, Alfredo, Textos de medicina n�huatl p. 26.); este equilibrio, se manifiesta simb�licamente en rito al momento que la partera ba�a al ni�o sobre un madero del fog�n, pues al ir mojando al bebe, el madero se va apagando, se�al que el calor dentro del bebe se ha estabilizado.Asi mismo se pretende que aquellas personas que llegaron a tocar al bebe o a la madre, se deshagan del calor� trasmitido por ellos, por tal motivo todas esas personas deben ser refrescadas con el agua, ya que cargar con ese exceso de calor los enfermar�a.Al mismo tiempo el ritual sirve para establecer un v�nculo con los entidades due�as del pozo, esto a trav�s del las ofrendas las cuales juegan el papel de puente, el intermediario entre este mundo del hombre y el de las deidades ; pues el ofrendar en este caso aguardiente, tabaco, comida y dinero; primero como pago y despu�s como presente crea un vinculo reciproco, en el cual las entidades del pozo deber�n dejar al ni�o usar el agua de ah�, durante su vida.Haciendo una comparaci�n con el ritual registrado en� el siglo XVI, se puede apreciar ciertas continuidades y cambios algunos de ellos: �Continuidades apreciadas en el rito actual con lo descrito en las fuentes documentales:��Enterramiento del ombligo y la placenta.��La direcci�n de la ceremonia a cargo de la partera. ��Realizaci�n del rito en el patio.��El uso del agua como elemento purificador y de crecimiento.��Ba�os de la cabeza, pecho y cuerpo.��Intervenci�n de ni�os durante el ritual.��Relaci�n entre el ni�o y las entidades acu�ticas.��Empleo durante el rito de madero del fog�n.Cambios marcados en las fuentes del siglo XVI:��Uso de objetos miniaturas que alud�an a un oficio��Imposici�n de la personalidad, por medio de la imposici�n del nombre y la vestimenta��Cambio en el uso de deidades prehisp�nicas por santos cat�licosEsto nos permite apreciar la continuidad entre comunidades nahuas, de ritos asociados al ciclo de vida, los cuales por su carga simb�lica siguen presentes actualmente, pese a los cambios hist�ricos sufridos por los grupos ind�genas.��������� |
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Ficha de lectura del compuesto |
Palabra Náhuatl |
Maltiz |
Traducción |
Bañar |
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Glosa |
Imagen de la glosa |
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Paleografía |
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