Consiste en el atado de cabellos en dos largas trenzas que se entretejen en zigzag como en la representación del mallinalli o el atlachinolli. Las dos trenzas del cabello se disponían en la nuca para culminar en la parte superior de la cabeza. La forma de colocar el peinado tenía que ver con la condición social y el rango de quien lo portaba, aunque la representación más clásica consistía en dos cornezuelos.