En su libro cuatro Sahagún (1981:I,231) indica: “Estos naturales de toda Nueva España tuvieron y tienen gran solicitud en saber el día y hora de nacimiento de cada persona para adivinar las condiciones, vida y muerte de los que nacían. Los que tenían este oficio se llamaban tonalpouhque, a los cuales acudían como a profetas cualquier que le nacía hijo, hija, para informarse de sus condiciones, vida y muerte”.