Siguiendo a Luz Ma. Mohar se puede decir que debido a su fragilidad no se cuentan con muchos ejemplares arqueol�gicos que muestren la diversidad y riqueza de la artesan�a textil prehisp�nica.
En este c�dice, al igual que en la Matr�cula de Tributos y otros c�dices como el Kingsborough y el Magliabechiano se encuentran registrados gran variedad y cantidad de textiles lo que da testimonio de la riqueza artesanal que exist�a en el M�xico antiguo.
Las fuentes escritas cuando rese�an las actividades y fiestas religiosas ind�genas proporcionan �la descripci�n de los atuendos de la nobleza y de las deidades�
Podemos distinguir entre textiles lisos y los que tienen dise�o y color. Las mantas que aparecen en los c�dices ostentan, en su mayor�a, delicados dise�os y gran colorido. Llama la atenci�n que en los c�dices de tributo las mantas que aparecen en mayor cantidad son las llamadas quachtli� [Eran] equivalentes de moneda. Su uso estaba restringido, ya que exist�a una reglamentaci�n que s�lo permit�a incluirlas como parte de su vestimenta a los nobles. Es com�n que muchos de los se�ores y gobernantes aparezcan en los c�dices sentados sobre un icpalli y cubiertos con una sencilla manta blanca, la cual seguramente era de algod�n y se�ala su rango.
Dada la gran cantidad tributada a Tenochtitlan (m�s de 16,880) cargas cada ochenta d�as), podemos pensar que una parte de las mantas era reelaborada en la ciudad. Es posible que se destinaran a las mujeres nobles, quienes las decoraban con bordados o pinturas, a�adi�ndoles plumas, pelo de conejo y conchas de mar.
Debe hacerse notar lo que significaba en la sociedad mexica la tributaci�n de mantas de algod�n. El tlahtoani pod�a intercambiarlas con los pochtecas por productos que no obten�a mediante la tributaci�n.
Tambi�n es probable las obsequiara a los pipiltin y que las distribuyese entre sus guerreros y funcionarios destacados. Como el algod�n era una fibra de gran valor para los habitantes del centro de M�xico, su tributaci�n constitu�a el ingreso de una gran riqueza a los almacenes mexicas�
Otra variedad de mantas era la de las canauac, �mantas delgadas de algod�n�. Es posible que a diferencia de las quachtli, se usaran principalmente como indumentaria y que fueran m�s finas y de textura distinta. Las ichcatilmatli (ichcatl � algod�n) ten�an un borde de diferentes colores alternados, que probablemente se a�ad�an una vez terminada la manta.
Las mantas lisas tambi�n eran elaboradas con ixtle o fibra de maguey y nombradas ichtilmatli o mantillas de henequ�n, seg�n las anotaciones del Mendocino. Las usaban com�nmente los macehuales� (Mohar, Manos Artesanas, 1997, pp. 155- 157)
Exist�an otro tipo de mantas que, de acuerdo con su dise�o, eran utilizadas por los sacerdotes y guerreros en las ceremonias y fiestas religiosas como las llamadas: �x�cara tuerta�, �yecacozcayo�, �tiςocyahuacatl� o la �ecacozcatl�, entre otras.