En la toponimia de este documento encontramos diversas maneras en que se representan los cerros. Sin embargo, este glifo generalmente se encuentra plasmado a través de una figura acampanada de color verde, rojo o blanco punteado en negro al cual se le añade uno ó más elementos para determinar el nombre del lugar que se busca representar. El Padre Sahagún al referirse a las montañas señala que: “tienen mucho heno, muy verde; son airosas y ventosas, húmedas, y en ellas hiela; son lugares tristes y solitarios y llorosos, son lugares cavernosos y riscosos, y pedregosos y lodosos y (de) tierra dulce y tierra amarilla; lugares de grandes cuestas, y de grandes lomas riscosas llenas de heno, y llenas de árboles muy espesos, y también ralos” (Sahagún, 1975, Lib. XI, Cap. VI, p. 660)