Esta superficie plana, contenida dentro de una circunferencia, la encontramos con diferentes lecturas: en Tlachyahualco se le ha dado la lectura de �en el lugar fortificado� (Manrique, 1979, p. 33); �juego de pelota redondo� (Jansen, 1997, p. 257) � �en el c�rculo del juego de pelota� (Berdan y Rieff, 1997, p. 37). Calyahualco, por su parte, se ha interpretado como �en el c�rculo de casas�. Finalmente, en el top�nimo de Ameyalco el c�rculo da la lectura de manar (ameyal) agua � que brota de una oquedad, es decir, de un manantial. Por lo tanto, se observa que en los dos primeros casos se lee la figura geom�trica mientras que en Ameyalco s�lo es parte de la acci�n representada.