En su descripci�n del mercado, Bernal D�az menciona �la venta de navajas de pedernal�. Quienes las hac�an ten�an extrema habilidad, ya que elaboraban muchas en muy poco tiempo; el precio de estos implementos era muy bajo (Torquemada, 1969).
Los navajeros trabajaban con piedras negras como materia prima, con un instrumento de palo, estribando con pies y manos. Las navajas ten�an m�ltiples usos; entre otros, serv�an para rasurar la cabeza o raer los meollos del maguey. Unas eran de un filo y otras de dos; las hab�a blancas, jaspeadas y amarillas. (Mohar, Manos Artesanas, 1997, p. 72).